Los trastornos del vínculo se encuentran en el fondo de muchas dificultades de los niños adoptados. Su detección no es sencilla ya que muchos de los síntomas que presentan se encuentran presentes también en otras patologías. Por ejemplo, los niños con dificultades en la vinculación pueden tener problemas de atención y concentración o dificultades en mantener el contacto visual, que estarían presentes también en niños con trastorno por déficit de atención, pero además estas dificultades en el contacto visual pueden estar presentes en los trastornos generalizados del desarrollo, al igual que los problemas de relación social que aparecen también en ambos trastornos. Su diagnóstico no es sencillo y puede pasar desapercibido.
Las situaciones que han vivido estos niños en los primeros meses o años de vida en las que se ha podido presentar situaciones de carencia de recursos, falta de estimulación o carencia afectiva, entre otras, condiciona que la probabilidad de presentar trastornos del vínculo aumente con respecto al resto de la población infantil. Todos los investigadores coinciden en la importancia de la creación de lazos afectivos adecuados durante los primeros meses de vida.
No es extraño ver, en la práctica diaria, familias con ciertas dificultades en el proceso de adaptación con el hijo adoptado. Estas dificultades, en ocasiones, pueden generar una situación de «disconfort familiar» debido a que no entienden bien lo que les está pasando a sus hijos. Esto puede generar ansiedad en el entorno familiar que también el niño percibe y para la que no tiene explicación, lo que produce también en el niño una sensación de inseguridad y falta de confianza en sí mismo y en el entorno.
Conocer las dificultades que pueden presentar los niños adoptados, y en concreto los trastornos del vínculo, es fundamental a la hora de establecer los diagnósticos y tratamientos más apropiados en este grupo de niños. Un enfoque correcto facilitará la comprensión de las dificultades y su posterior tratamiento.
