La adopción de un niño es un sueño hecho realidad, tanto para el niño como para los padres adoptivos. Es un acto de entrega generosa a un niño desconocido, posiblemente el mayor acto de amor humano. Los padres adoptivos suelen tener una idea romántica de la adopción. En ocasiones, la realidad es otra y el niño puede no cumplir las expectativas que tenían los padres en su nuevo hijo.
Por otra parte, las adopciones internacionales han crecido en las últimas décadas, siendo la Comunidad Valenciana una zona destacada de recepción de este grupo de población.
Junto a los problemas sanitarios se plantean retos psicosociales. La infancia resulta relevante ya que si se obtienen los cuidados que precisan (epidemiológicos, infecciosos, oportunidades de crecimiento psico-social y desarrollo adecuado) pasan de ser “población de riesgo” a “población normalizada”.
El objetivo de la atención integral del niño adoptado es aunar las intervenciones realizadas sobre estos niños en unidades integradas en la que se asista al menor desde todos los campos relacionados con su desarrollo bio-psico-social. La atención a estos niños y sus familias es primordialmente sanitaria, pero debe abordar todas las instancias relevantes para el menor que le permitan una adecuada inserción en el sistema médico, social y educativo.
Nos encontramos actualmente con un reto sanitario, psicopedagógico y social que es necesario resolver de forma unificada: un enfoque multidisciplinar es la clave del éxito y los equipos interdisciplinares son su instrumento.